20 feb 2011

La Pasta Italiana

La pasta puede ser el plato principal, pero también la guarnición de carnes, pescados, ensaladas y sopas.


Cocción y usos de la pasta italiana


Las pastas italianas son unas preparaciones hechas a base de harina, procedentes de trigo duro y sal. 
Es un alimento muy rico en carbohidratos y de sabor neutro, lo que quiere decir que es compatible con todo tipo de alimentos. Así, brinda la posibilidad de realizar todo tipo de combinaciones gastronómicas.

Cocinar la pasta al dente

Para cocer la pasta italiana, se pone a hervir agua en una cazuela con un chorro de aceite. La proporción será de 10 litros de agua por kilo de pasta, sea del tipo que sea. 
Cuando hierva se añade un puñado de sal y posteriormente la pasta (de una textura dura y sin sabor a harina) y se irá removiendo con una espátula de madera o tridente para que no se apelmace y quede bien suelta.
Cuando la pasta esté al dente, se retira la cazuela del fuego y se escurre para poder condimentarla y añadirle los ingredientes necesarios.
En este momento, si se desea preparar un plato frío, se refrescará la pasta con agua fría.
Para detectar que la pasta está al dente es necesario sacar de la cazuela una unidad y comprobar si en el interior queda un pequeño hilo de pasta cruda (de color diferente). 
Se ve de forma muy clara en el caso de los macarrones cuando se parten por la mitad.
Este truco también sirve para los espaguetis, aunque también para ellos existe un curioso truco: si se lanza uno de ellos contra una pared de baldosas y éste se queda pegado significa que la pasta está al dente.

Aplicaciones de la pasta

La pasta italiana tiene dos aplicaciones principales, como plato o como guarnición. En el primer caso, constituye generalmente primeros platos acompañados de salsa e ingredientes extras variados. Como guarnición, podrá ir acompañada de todo tipo de carnes y pescados. Incluso puede usarse en ensaladas y también como acompañamiento en caldos y sopas. En este caso, la pasta se cuece dentro de los mismos.

Elaboraciones básicas

Pasta a la italiana. Después de cocer la pasta, se procede a un salteado con mantequilla y un poco de aceite de oliva. También se añade queso rallado y especias como el orégano y la albahaca. Este plato se utiliza mucho como guarnición y como base para otras elaboraciones.
Pasta a la napolitana. Es una pasta a la italiana a la que se añade tomate concassé o tomate frito.
Pasta a la boloñesa. Es como una pasta a la napolitana pero con guarnición de carne picada.
Pasta al gratén. Es una pasta a la italiana mezclada con una bechamel o derivada, a la que se agrega queso rallado por encima. Por último, se gratina en el horno.

4 feb 2011

Las Hortalizas y las Verduras

Breve clasificación de las diferentes variedades de verduras y hortalizas que podemos encontrar en el mercado nacional


Las hortalizas se pueden clasificar en función de la parte de la planta a la que pertenecen en:

  • Frutos: berenjena y pimientos.
  • Bulbos: ajo, cebolla, puerro, chalota, etc.
  • Coles: repollo, brécol, coles de Bruselas y coliflor.
  • Hojas y tallos tiernos: acelga, achicoria, borraja, cardo, endibias, escarola, espinacas y lechuga.
  • Inflorescencia: alcachofa.
  • Pepónides: calabacín, calabaza y pepino.
  • Raíces: nabo, rábanos, remolacha de mesa y zanahoria.
  • Tallos jóvenes: apio, espárrago blanco y triguero.

Mención especial cabe realizar sobre las setas comestibles. Aunque aparecen dentro de una sección en el grupo de hortalizas, constituyen un reino aparte llamado fungi. Esto es debido a sus características específicas, entre las que destaca la ausencia de clorofila y la presencia de quitina, una proteína que sólo está presente en el reino animal.

Existe otra clasificación de las hortalizas en función de su forma de presentación al consumidor. De este modo se distinguen los siguientes grupos:

Primera gama: Hortalizas frescas y otros productos conservados mediante métodos tradicionales como la deshidratación, salazón y fermentación. De esta forma, se pueden obtener hortalizas desecadas (pimiento seco), deshidratadas y los populares encurtidos (pepinillos, cebolletas, pimientos, etc.).

Segunda gama: Incluye a las conservas que han sido sometidas a un tratamiento térmico que garantiza una mayor vida útil del producto.

Tercera gama: Se incluyen en este grupo las hortalizas congeladas.

Cuarta gama: Son hortalizas lavadas, peladas, cortadas y envasadas en condiciones especiales (atmósferas modificadas o controladas) y listas para su consumo (por ejemplo, ensaladas variadas).

Quinta Gama: Se refiere a los productos cocinados (salsas de hortalizas, sofritos) o a una mezcla de cocinados con hortalizas frescas.